El primer plástico se origina como resultado de un concurso
realizado en 1860 en los Estados Unidos, cuando se ofrecieron 10.000 dólares a
quien produjera un sustituto del marfil (cuyas reservas se agotaban) para la
fabricación de bolas de billar. Ganó el premio John Hyatt, quien inventó un
tipo de plástico al que llamó celuloide.
El celuloide se fabricaba disolviendo celulosa, un hidrato
de carbono obtenido de las plantas, en una solución de alcanfor y etanol. Con
él se empezaron a fabricar distintos objetos como mangos de cuchillo, armazones
de lentes y película cinematográfica. Sin el celuloide no hubiera podido
iniciarse la industria cinematográfica a fines del siglo XIX. El celuloide
puede ser ablandado repetidamente y moldeado de nuevo mediante calor, por lo
que recibe el calificativo de termoplástico.
En 1907 Leo Baekeland inventó la baquelita, el primer
plástico calificado como termofijo o termoestable: plásticos que puede ser
fundidos y moldeados mientras están calientes, pero que no pueden ser ablandados
por el calor y moldeados de nuevo una vez que han fraguado. La baquelita es
aislante y resistente al agua, a los ácidos y al calor moderado. Debido a estas
características se extendió rápidamente a numerosos objetos de uso doméstico y
componentes eléctricos de uso general.
Los resultados alcanzados por los primeros plásticos
incentivó a los químicos y a la industria a buscar otras moléculas sencillas
que pudieran enlazarse para crear polímeros. En la década del 30, químicos
ingleses descubrieron que el gas etileno polimerizaba bajo la acción del calor
y la presión, formando un termoplástico al que llamaron polietileno (PE). Hacia
los años 50 aparece el polipropileno (PP).
Al reemplazar en el etileno un átomo de hidrógeno por uno de
cloruro se produjo el cloruro de polivinilo (PVC), un plástico duro y
resistente al fuego, especialmente adecuado para cañerías de todo tipo. Al
agregarles diversos aditivos se logra un material más blando, sustitutivo del
caucho, comúnmente usado para ropa impermeable, manteles, cortinas y juguetes.
Un plástico parecido al PVC es el politetrafluoretileno (PTFE), conocido
popularmente como teflón y usado para rodillos y sartenes antiadherentes.
Otro de los plásticos desarrollados en los años 30 en
Alemania fue el poliestireno (PS), un material muy transparente comúnmente
utilizado para vasos, potes y hueveras. El poliestireno expandido (EPS), una
espuma blanca y rígida, es usado básicamente para embalaje y aislante térmico.
También en los años 30 se crea la primera fibra artificial,
el nylon. Su descubridor fue el químico Walace Carothers, que trabajaba para la
empresa Du Pont. Descubrió que dos sustancias químicas como el
hexametilendiamina y ácido adípico podían formar un polímero que bombeado a
través de agujeros y estirados podían formar hilos que podían tejerse. Su
primer uso fue la fabricación de paracaídas para las fuerzas armadas
estadounidenses durante la Segunda Guerra Mundial, extendiéndose rápidamente a
la industria textil en la fabricación de medias y otros tejidos combinados con
algodón o lana. Al nylon le siguieron otras fibras sintéticas como por ejemplo
el orlón y el acrilán.
En la presente década, principalmente en lo que tiene que
ver con el envasado en botellas y frascos, se ha desarrollado vertiginosamente
el uso del tereftalato de polietileno (PET), material que viene desplazando al
vidrio y al PVC en el mercado de envases.
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